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Resistencia a la insulina
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La Resistencia a la Insulina, también conocida como Hiperinsulinemia, es una deficiencia metabólica genéticamente determinada en que el cuerpo no puede utilizar la insulina de forma eficiente.
Es una condición fisiopatológica y no debe ser considerada enfermedad, no tiene síntomas. No debe confundirse con la intolerancia a la glucosa, Prediabetes ni Diabetes, que se relacionan con los niveles de hiperglicemia.
Afecta al 35% de los chilenos mayores de 15 años, y dentro de sus principales causas se encuentra la Obesidad, el Sedentarismo, dieta desequilibrada y factores genéticos.
La resistencia a la insulina es un factor de riesgo para el desarrollo de Diabetes Mellitus tipo 2, Diabetes Gestacional, Dislipidemia, Hipertensión Arterial y Esteato-hepatitis no alcohólica (hígado graso). También se asocia a inflamación subclínica, que favorece los eventos coronarios (infarto al corazón); y aumenta el riesgo de algunos Cánceres.
Recomendaciones:
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Ejercicio físico regular de intensidad moderada (30 minutos al menos 3 veces por semana; ejercicios de alta intensidad y trabajo con pesas), es lo más importante para mejorar los parámetros metabólicos. El ejercicio provoca mayor sensibilidad a la insulina y ayuda a prevenir Diabetes.
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Evitar el sobrepeso u Obesidad. Una reducción entre 5 a 10% de peso reduce el riesgo cardiovascular.
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Disminuir la circunferencia abdominal. En hombres tener menos de 102 cm de circunferencia abdominal y en mujeres menos a 88 cm.
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Alimentación saludable. La dieta mediterránea ha demostrado favorecer la salud en estos casos. Está caracterizada por un alto aporte de frutas, vegetales, cereales, legumbres, omega 3, frutos secos, pescados y aceites monoinsaturados, junto a un consumo moderado de vino acompañando las comidas.
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Controles periódicos con su médico, quien evaluará la necesidad de tratamiento farmacológico coadyuvante.
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